#CarNomads Primero tecnología, luego cultura

El 11 de febrero  de 2016 pasará a la historia como el día en que se confirmó la existencia de las ondas gravitacionales. Es lógico, no todos los días se confirman las sospechas de Einstein, ni se abre la puerta de una nueva vía de investigación en la ciencia, la astronomía gravitacional. Vía que nos permitirá asomarnos de un nuevo modo a ese momento donde todo nace, el big bang.

Con el revuelo mediático que se ha formado quizás perdamos de vista otra noticia que también cambiará nuestras vidas y en un plazo de tiempo más corto.

La National Highway Traffic Safety Administration, lo que vendría a venir siendo una suerte de DGT de los Estados Unidos, ha enviado una carta a Alphabet (A.K.A. Google) para comunicarle que en adelante su sistema de conducción autónoma basado en inteligencia artificial, pasa a ser considerado como conductor a efectos legales.

Google CarLas implicaciones que esto tiene son tremendas. Puede parecer una simple misiva concediendo una certificación más, pero se trata de un reconocimiento oficial de lo que ya tiene más de acto que de potencia. Los coches autónomos, detrás de los que está la Inteligencia Artificial.

La inteligencia artificial que crece a pasos agigantados, acercándose cada vez más al punto donde la curva adquiere propiedades de exponencial de manera perceptible. Los costes siguen bajando y tecnologías como es el caso del driverless car de Google están llamando a la puerta. Esta rapidez del entorno obliga a que la legislación acelere muchos de sus procesos normales.

Esta vez la reacción por parte de las autoridades estadounidenses ha sido proactiva. Imagino que visto el potencial del negocio habrán preferido no poner demasiadas trabas a su desarrollo. Estoy esperando a ver cuál es la reacción de nuestros políticos en los meses venideros. De acuerdo, ya se ha realizado en España el primer viaje con coche no tripulado desde Vigo a Madrid, pero nos tendremos que poner al día si no queremos tener otro vergonzoso caso de adopción tecnológica en España. Casos como el de Google News, la adopción de UBER y la política sobre las renovables, nos otorgan ya cierta reputación en cuanto a negar la evidencia tecnológica se refiere.

Aceptémoslo, los coches autónomos van a llegar y más bien pronto que tarde. Sin duda antes de lo que muchos esperan. En unos cinco años no será raro ver algún coche autónomo circulando por nuestras carreteras. El mayor problema al que se enfrenta esta tecnología en el corto/medio es plazo la legislación. Económicamente, por razones obvias, llevará años renovar y actualizar todo el parqué de automóviles de un país, pero si analizamos la situación con proyección, veremos que esto va a ocurrir. Entonces podremos apreciar cómo la adopción de una tecnología puede influir en la cultura.

Es un hecho, ha ocurrido muchas veces ya. Primero la tecnología ofrece nuevas posibilidades y más tarde la sociedad adopta nuevos hábitos. Y esto sucederá también con los coches autónomos.

Vayamos un paso más allá. Primero el coche autónomo, y luego, poco tiempo pasará hasta que alguien decida implementar esa tecnología en una caravana. El plato está servido, casa portátil que se conduce sola y por un precio razonable. Me ahorro el alquiler, puedo viajar y tengo una «casa» propia. Ahí comenzarán muchas preguntas.

Llegará un momento en que los early adopters se planteen estas cosas, pondrán en una balanza sus prioridades y quizás para ellos la opción de comprar un coche/caravana autónoma sea la más lógica. Nacerán los #CarNomads.

#CarNomads

#CarNomads una tribu urbana a punto de nacer

Visto así parece bastante lógico aprovechar la oportunidad de teletrabajar y utilizar la caravana como casa y oficina mientras te lleva a ver atardecer hoy en la costa de Cádiz, mañana a Sierra Nevada y pasado a Oporto. El sistema conducirá por la noche o mientras trabajas. Las distancias cobrarán otra dimensión.

Serán una tribu urbana con entidad propia. Para ellos tendrá más sentido la movilidad y las opciones que ofrece este modo de vida.

Inundarán las redes sociales con fotos de su vida, de sus viajes, de los sitios que visitan y de cómo para ellos otra forma de vida no es solo posible, sino que tiene más sentido. E movimiento se extenderá, tendrán hábitos comunes y comenzarán a ser estudiados como consumidores.

Hay quien se preguntará si esto pasará o no, para mí la cuestión es cuándo tendrá lugar.

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